Me decidí a elegir el colegio "Vera Cruz" para hacer mis prácticas, ya que el año pasado también las realicé en él y la experiencia fue muy buena y gratificante.
El primer día que comenzó mi período de prácticas, llegué al colegio y la directora del centro fue quien me acompañó al aula en donde las iba a desarrollar. No hizo falta que me presentase a mi tutora de prácticas, puesto que sería la misma del año anterior, y ya la conocía. Una vez entré en el aula, Marta, mi tutora de prácticas, me saludó y me presentó a los alumnos que componían el grupo B del 1º Curso del Segundo Ciclo de Educación Infantil, quienes se mostraron sorprendidos con mi llegada. Desde el primer momento, fueron agradables y cariñosos conmigo. Para ellos, era una profesora más de la clase.
Durante todo el período de prácticas he participado de forma activa en el funcionamiento del aula, ayudando a mi tutora, a los alumnos, a otros profesores, colaborando en actividades del centro…
Durante todas las prácticas, mi tutora se mostró abierta conmigo y depositó su confianza en mí. Me dio total libertad para que actuase de forma natural en el aula.
Gracias a esta confianza, cada vez que me surgía una duda o una curiosidad, preguntaba sin ningún tipo de problema para saber el por qué de las cosas.
Cada vez que íbamos a realizar una actividad, Marta me explicaba que íbamos a hacer, cómo y el objetivo que se perseguía.
Cada día, Marta me comentaba al inicio de cada jornada escolar lo que íbamos a hacer a lo largo del día, por lo que yo al finalizar ésta, podía observar el grado de consecución de los objetivos y el por qué de no llegar a lo planificado.
La realización del Practicum II me ha servido para ver que los niños son imprevisibles.
A veces, crees que una actividad te va a llevar tan solo unos minutos pero, en realidad, al ponerla en práctica te puede durar toda una tarde. Por ello, la planificación en Educación Infantil debe ser flexible.
Para concluir, decir que durante el período de prácticas he cogido mucho cariño a los niños, porque son estupendos. A la vez que yo les he enseñado, ellos también me han enseñado a mí.
De Marta, mi tutora, decir que, a parte de ser una buena profesora de prácticas, ha sido un gran apoyo en este período, me ha enseñado muchas cosas y se ha portado fenomenal conmigo.
Ella y el grupo de alumnos han hecho que esta experiencia sea algo inolvidable para mí.
Al finalizar mi período de prácticas tuve un sabor agridulce. Por un lado, estaba muy contenta con la experiencia vivida y satisfecha con el trabajo realizado. Por otro lado, me sentí triste porque se había terminado, pero todo comienzo tiene su final, ¿no?
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